27 de agosto de 2016

Verano Pokemon

A estas alturas dudo mucho de que alguien no sepa de qué va ésto de los Pokemon. Pues bien, por si hay algún despistado por aquí, se trata de un juego de movil, de realidad aumentada, que consiste básicamente en capturar pequeños seres de distintas formas y fuerzas, y que compitan entre ellos. O más o menos eso es lo que he entendido yo ;)  Para capturarlos necesitas unos bolinches llamados "pokeball", que se recolectan en las "pokeparadas", distribuidas por puntos estratégicos de ciudades y pueblos. 

Yo al principio me resistía un poco porque, sinceramente, me parecía una tontería eso de ir con el movil en la mano por la calle. Sin embargo, por los enanos (hay que ver las chorradas que hacemos las madres por nuestros churumbeles) acabé instalándomelo y metiéndome dentro de mis posibilidades en el papel. 

Pues bien, os cuento todo este rollo porque mis tres chicos son unos auténticos frikis y me dieron la idea de dejar una bola pokemon de ganchillo en una pokeparada de Peñíscola. 

Encontrar lana en Peñíscola en pleno agosto me costó lo mío, y de hecho tuve que conformarme con unas horrorosas, sintéticas de la muerte que me daba un mal sólo de tocarlas, pero bueno, es lo que encontré. 

Y allá que me lancé a hacer mi pokeball... 

Peñíscola está plagadita de pokeparadas, sobre todo la zona del castillo. La elegida fue la situada en uno de los rincones con más encanto del pueblo: la Font de la Petxina (Fuente de la concha). Es taaaaaaaaaan bonita... 


Como veis debe su nombre a la forma de concha y el agua se ve siempre cristalina por el fondo clarito. Es un sitio precioso, al pie de las murallas. 

Así es como quedó la pokeball colocada:




Pero ya sabéis que yo soy una tarada que siempre tengo que complicarme, así que, ¿por qué conformarme con dejar una simple pokeball? Evidentemente tuve que hacer algo más y no podía ser otra cosa que un Pokemon Pikachu. El más mono de todos y al único al que soy capaz de poner nombre. 




Para el Pikachu elegí uno de los puntos más emblemáticos de Peñíscola y por el que pasan todos sus visitantes tarde o temprano: El Portal Fosc. Una de las principales entradas a la fortaleza que termina en una coqueta fuente. Además, aunque no hayas ido nunca a Peñíscola, seguro que la conoces gracias a la serie Juego de Tronos, que la ha hecho mundialmente conocida. 

Así es como quedó el Pikachu colocado:




A los dos les até una nota en la que explicaba lo que eran y mi página de Facebook. Estoy FELIZ de que comentara la chica que encontró el Pikachu. Ilusión infinita!!!!

No creáis que fue fácil dejarlos, ni mucho menos, de hecho, a punto estuve de abandonar por pura vergüenza ya que había mucha gente en el momento que elegí para hacerlo. Al final, tuve que aplazarlo a la mañana siguiente, sin menos "público". 



¡Espero que os haya hecho gracia mi locura del verano! 

3 de agosto de 2016

Bolsa de playa

Aprovechando que la bolsa que teníamos estaba cochambrosa después de 10 años (creo que la pobre se ha ganado con creces la jubilación), en vez de comprar una nueva, me decidí a hacerla yo misma. 



La tela es de Ikea, sale muy bien de precio y, además de que se trabaja muy bien, sin llegar a ser loneta es un algodón bastante fuerte, que para bolsas de este tipo va fenomenal. 

Le he cosido las asas por fuera, como ya hice con esta tote-bag que os enseñé hace unos meses. También he aprovechado las asas para hacerle un bolsillo exterior a cada lado.


Lleva laterales y base, es decir, que está cosida en 5 partes. Era la primera vez que hacía una así y me he apañado bastante bien. El único punto un poco delicado es el momento de coser la base. En las siguientes fotos podéis ver los lados, que tienen como 6 cms cada uno.



También le he hecho un pequeño bolsillo interior con cremallera, para poder meter las llaves, el movil y las cositas pequeñas que se suelen llevar. La peculiaridad es que le he puesto un velcro, de forma que ha quedado de quitaypon



Para cerrar simplemente dos tiras que se anudan. 




¡Ojalá os haya gustado!