He tenido el blog cerrado a cal y canto durante unas semanas. Desapareció la página en la que alojaba decenas de imágenes (como las de las etiquetas, la firma...) y he tenido que recomponerlo a ratitos, según he ido sacando tiempo.
Aún me falta bastante por hacer, pero al menos ya está más o menos visible.
Durante estos días se me han acumulado algunas cosas que he ido enseñando ya por Instagram.
Una de ellas es este pececito que liberé en Peñíscola estas vacaciones, y que espero haya sido adoptado por una buena familia.
Para mi particular yarn bombing (ya lo he hecho unos cuantos veranos), siempre elijo algún sitio especial de Peñíscola, no me sirve cualquier parte. Este año, he dejado el pez en el uno de los pantalanes del puerto, por si le daba por volver al mar ;)
Le colgué una etiqueta explicando que era un regalo y mi IG, por si quien lo cogiera se animaba a decir algo, me hubiera hecho mucha ilusión.
La felicidad, al menos la mía, no solo se encuentra en los grandes acontecimientos, sino también en estos detallitos, y espero que le aportara también una pizca a quien lo encontrara.
¡Hasta pronto!
Bárbara
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