¡¡Por Odín!! Un cumple muy vikingo

El sábado celebramos el cumple del canijo y la temática fueron los vikingos.

Como bien decía la invitación, la fiesta se celebró en nuestro Salón de los Escudos:

Más de 20 escudos presidían nuestro salón, todos distintos. Están hechos con platos de cartón del revés pintados a mano con rotulador. Tantos y tan coloridos, la verdad es que hacían precioso, daban mucha alegría.

No podían faltar un montón de banderines. De vikingos, barcos y cascos...

Combinados de rayas y lisos que atravesaban el techo del salón...

Otros más pequeñitos en ciertos rincones...

Y un par de guirnaldas verticales, que quedan siempre geniales. Una con motivos de escudos y unas hachas cruzadas...

Y la otra con barcos y runas, en gama de blanco y negro ...

Estos mismos motivos fueron los que utilicé para hacer los toppers de la comida...

En el mantel también coloqué unas banderitas, aunque las tuve que quitar al poco de empezar el cumple porque los peques, sin querer, al acercarse a la mesa, las despegaban todo el rato. 

La tarta, para variar, me da bastante vergüencita mostrarla, pero no se puede enseñar solo lo bonito, hay que enseñarlo todo, hasta nuestras pequeñas miserias. Y como veréis, es un hecho más que evidente que no he sido llamada por el camino de la repostería...

La base es una tarta de chocolate (que por cierto estaba rica, rica). El barco con los escuchos es de fondant y me costó la vida darle forma sin que se me despachurrara por todos los lados. El mar sí quedó bastante chulo, es una buttercream de queso philadelphia teñida de azul de forma irregular. 

Resultado: chapuza pero muy muy graciosa. Y rica, que al final es lo que importa.

Como os contaba en el post de la camiseta vikinga, no quise que Dani fuera disfrazado por el calorazo que hace ahora en Madrid. Sin embargo, no me resistí a hacerle un par de complementos de atrezzo:

Están hechos en fieltro relleno (escudo y espada) de cartón. No quería nada peligroso, que bastante salvaje es mi canijo  ya sin armas ;) . El gorro es un horror, pero lo improvisé una noche y así fue como quedó, parece el gorro del Papa con unos cuernos, y encima... ¡vaya cabezón que tiene mi niño!

Aquí tenemos al guerrero:

Me gusta que los invitados a los cumples se lleven siempre un recuerdito. En el cumple de Miguel, les regalamos una chapa-imán a cada uno. Para éste, también opté por una chapa imán, pero en este caso para la nevera y con chapas de botella. Aquí tenéis un tutorial sobre cómo hacerlas, porque merece la pena lo chulísimas que quedan y lo fáciles que son.

Y para terminar, que está quedando el post demasiado largo, no puede faltar en toda fiesta de cumple que se precie, la ansiada piñata. Ésta es 100% handmade, también tengo previsto publicar tutorial sobre cómo hacerla. Veréis en él fotos mejores porque con los nervios del directo, olvidamos hacerle foto en el momento y se la tuvimos que hacer después, ya rota por debajo...