Camisetas con aplicaciones

El otro día os enseñé unas bolsas a las que había puesto unas aplicaciones en tela con friselina termoadhesiva.

Pues bien, este material se puede utilizar para personalizar casi cualquier cosa. Por ejemplo, unas camisetas. 

Son dos camisetas de niño lisas que puedes encontrar fácilmente en cualquier tienda (H&M, Zara Kids) por pocos eurillos. 

Con unos trocitos de la increíble tela de elefantitos que compré en La Retalera, una plantilla de la silueta de un elefante y un poquito de friselina... conviertes dos camisetas más bien sosas en dos completamente únicas! 

Para lo próximo que haga intentaré currarme unas fotos de todo el proceso. Pero vamos, que es fácil, fácil... 

Por último, y sólo por decorar, le he añadido un festoneado a mano. Lo suyo es hacerlo con la máquina porque queda mejor asegurado, pero yo he probado y aún no me sale bien... tendré que seguir practicando! De momento, no me queda otra que hacerlo artesano total! 

El Día del Libro

Anteayer se celebró el Día del Libro, uno de mis días favoritos del año, y en la guarde de mis canijos aprovechan para organizar la Semana Cultural. Cada día tienen una actividad diferente, el lunes tuvieron un concierto de piano, el martes un teatro... Hoy es la fiesta grande. Organizan talleres de animación a la lectura, pequeñas actuaciones, y como colofón, les regalan un libro a cada uno.

Viendo en varios blogs y en Pinterest estos marcadores, lo resultones que quedan, y lo fáciles que son de hacer, me he decidido a hacer uno para cada compañero de Miguel y también para sus profesoras. Me parece un detalle bonito justo en esta semana en la que los libros tienen tanto protagonismo para ellos.

Las de los peques tiene forma de monstruo:

Las he hecho en cartulina verde todas iguales para que no haya polémicas...

Así quedan marcando la página en el libro:

Y para las profesoras, un poquito más serios:

Éstos están hechas en papel para scrap. Creo que es perfecto porque tiene dibujo en ambas caras y porque la consistencia es más fuerte que la de un papel normal.

En el libro quedan preciosos:

Por cierto que aprovecho a recomendaros ambos  libros. El primero si tenéis canijos en casa, se llama "Cuando tengo miedo". Habla de las situaciones en las que los peques suelen tener miedo y las ilustraciones son de morirse de bonitas.

El segundo es uno de mis libros fetiche. Lo leí hace años y aún recuerdo frases literales que me marcaron profundamente. Es el conocidísimo "La elegancia del erizo", de Muriel Barbery.

Banderines

Después de haber hecho los banderines pequeños con las telas de monos,  tenía muchas ganas de hacer unos más grandes.  Éstos han viajado a Sevilla, a la habitación de una princesita a la que estoy deseando conocer en persona.

Lo malo: que las puntas han quedado fatal ¡tengo mucho que aprender!
Lo bueno: que, una vez colgados, apenas se nota.

La telita es preciosa, la tenía guardada desde hacer siglos para hacer con ella algo especial.

Las banderitas van todas cosidas a una cinta bies, con poquita separación entre cada una (habrá como un par de centímetros nada más), y en los extemos he dejado alrededor de 30cm para que las puedan colgar con facilidad. Van 6 banderitas y cada una mide unos 15 cm de ancho y un poco más de largo.

Cuello de punto

Ayer asistí a la quedada del mes de abril del Club Handmade. Además de pasarlo genial con las chicas, aprendimos a hacer este cuello de punto.

Con lo que he me he quejado del frío, y ahora querría que volviera para poder estrenarlo! 

¿A que queda original con las hebras intercaladas? 

El esquema es de una de las profes del taller: Bea López. 

Bolsas tuneadas

Ayer en el trabajo, unas vecinas de edificio nos regalaron estas bolsas que les habían sobrado ya que, por desgracia, están de "liquidación". Las bolsas están muy bien para ser de publicidad, lo malo es el logotipo del organismo, que no mola llevarlo así tan a la vista.

Así que, por la noche, "poseída por el espíritu de la friselina", como diría la majísima Bego de Begobolas, me puse manos a la obra. 

Un poquito de friselina termoadhesiva, unos retalitos de tela, tijeras y plancha. No hace falta más. Y éste es el resultado. 

He hecho dos, para una compi y para mí. A ella también le ha gustado mucho el resultado.

Medidor infantil

Hacía tiempo que tenía este trabajito empezado, pero no sacaba el momento para terminarlo. Pues bien, ayer por fin lo conseguí. Como véis es un medidor infantil casero, no tiene más misterio.

Realmente no hay nada que explicar. Está hecho con papel exclusivamente. Papel craft para el fondo (por el hecho de que son rollos más largos de lo normal) y luego papelitos de colores formando los búhos, las ramas y las hojitas. 

El único momento en el que hay que poner un poco más de atención es a la hora de poner las medidas, para que, aunque no sea científico, que no hace falta, sí quede lo más ajustado a la realidad posible. Que luego te haces ilusiones con que tienes un Gasol en casa, y en realidad es un Danny DeVito...

Los pros:

Queda precioso. Es decorativo, vistoso y práctico. Además es fácil de hacer, cómodo (no ensucias nada, los materiales son muy básicos). Es una tarea gustosa de hacer porque no hace falta una concentración del mil por ciento... 

Los contras:

Uno básico. A menos que se proteja de alguna manera (no sé si con lámina de acetato, con barniz...) le pronostico una durabilidad bastante limitada. Mis niños son de los de ir con el dedito tiqui-tiqui levantando todas las etiquetas y pegatinas que encuentran a su paso, y ésto, estando totalmente a su altura, y con estos colores tan vistosos... no sé, no sé.

EDITO: Tras dos días colgado, sólo dos días, mis pequeños energúmenos ya había levantado las puntitas de las hierbas de la parte inferior, por lo que no me quedó más remedio que tomar medidas desesperadas. Finalmente opté por forrarlo de arriba a abajo con ironfix transparente, del de toda la vida. 

El medidor ha perdido un pelín de encanto, pero ha quedado bastante mejor de lo que me imaginaba y ya está libre de todo peligro!