A menudo me pasa que no utilizo una determinada tela porque no tengo suficiente para la labor que quiero hacer. A punto estuvo de pasarme ésto al hacer la funda de la almohadita para el cole de Miguel.
Me había encaprichado de esta tela, pero no tenía bastante.
Hace unos meses me hubiera conformado y hubiera buscado otra de la que sí tuviera la cantidad necesaria. Pero durante este tiempo me he soltado mucho y me he vuelto una valiente, así que decidí hacerle un "añadido" con una tela lisa.
Una vez lo tuve hecho, me di cuenta de que podría quedar aún mejor poniéndole un aplique con friselina.
Al final, lo que iba a ser el "revés" de la funda se han convertido en el "derecho", y es que ya veis que con un retalito de la tela en cuestión, y eligiendo una forma alusiva al estampado (en este caso una ballena), la funda queda aún mejor que entera de lo mismo. Y lo más importante de todo... ¡Miguel está encantado!