Si tuviera que describir en pocas palabras este mes de diciembre lo tendría fácil, sólo me harían falta dos: Amigo Invisible.
Sin duda ha sido el año de los amigos invisibles, creo que no llevo ni la cuenta de los que he participado.
El que os enseño hoy lo hice para alguien que, aunque aún no sabiendo quién sería, sabía que iba a ser una persona muy especial, no en vano nos lo intercambiamos en la Feria
Diseño para Llevar. Y se cumplieron mis pronósticos puesto que le tocó a una de las integrantes de la marca
Rite Rite. Si no las conocéis aún, os animo a hacerlo porque estas hermanas hacen unas cosas taaaaaan bonitas!! Y además ellas son taaaaaan majas!!
Lo primero que encontró Elena fue ésto...
¿Y qué será, será? Pues eso, si su propio nombre lo indica... ¡un Happy Desayuno!
Un Happy Desayuno compuesto por un juego de dos tacitas con sus platos pintados a mano, dos mantelitos individuales con su servilleta a juego... y unas galletitas, que a nadie le amarga un dulce!
La verdad es que está mal que yo lo diga, pero quedó genial. Seguro que lo hago muchas más veces para regalar, de hecho, incluso me planteo hacerlos por encargo.
Para el dibujo de las tazas opté por unas florecitas, pero las posibilidades son infinitas: corazones, peces, nubes, incluso un mensaje personalizado... Y las telas, como de costumbre... de
La Retalera, no podían ser de otro sitio!