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9 de abril de 2014

Bon appétit!

En mi oficina casi todos comemos frente al ordenador con tal de poder salir antes. Plantamos el tupper delante del teclado y, sin más, zampamos. Algunos, como yo, ponemos un trozo de papel de cocina a modo de mantel, otros ni eso, y otras, más en concreto una de mis compañeras, se toma la molestia de traerse cada día su mantelito y su servilleta, y se monta una mesa de lo más mona.

Pues bien, un día le prometí que le haría uno, y por fin he podido cumplir con la promesa...


La planificación fue todo un dilema porque me empeñé en hacerlo con esta tela de flores que compré en La Retalera, pero no tenía suficiente para hacer mantel y servilleta, así que, tras mucho pensar, encontré esta solución.


He utilizado dos telas que combinan muy bien de forma parecida a si les hubiera puesto un bies. 



En realidad, para hacer correctamente un bies, hay que cortar la tela (como su propio nombre indica) "al bies". Yo no lo he hecho así porque no tenía suficiente de ninguna de las dos. A pesar de ello, ha quedado bastante bien, no tira ni nada.




Ahora sólo me falta darle un buen planchazo antes de envolver ;) y cruzar los dedos para que le guste! 






3 de enero de 2014

Happy Desayuno

Si tuviera que describir en pocas palabras este mes de diciembre lo tendría fácil, sólo me harían falta dos: Amigo Invisible.

Sin duda ha sido el año de los amigos invisibles, creo que no llevo ni la cuenta de los que he participado. 

El que os enseño hoy lo hice para alguien que, aunque aún no sabiendo quién sería, sabía que iba a ser una persona muy especial, no en vano nos lo intercambiamos en la Feria Diseño para Llevar. Y se cumplieron mis pronósticos puesto que le tocó a una de las integrantes de la marca Rite Rite. Si no las conocéis aún, os animo a hacerlo porque estas hermanas hacen unas cosas taaaaaan bonitas!! Y además ellas son taaaaaan majas!!

Lo primero que encontró Elena fue ésto...


¿Y qué será, será? Pues eso, si su propio nombre lo indica... ¡un Happy Desayuno!


Un Happy Desayuno compuesto por un juego de dos tacitas con sus platos pintados a mano, dos mantelitos individuales con su servilleta a juego... y unas galletitas, que a nadie le amarga un dulce! 



La verdad es que está mal que yo lo diga, pero quedó genial. Seguro que lo hago muchas más veces para regalar, de hecho, incluso me planteo hacerlos por encargo. 



Para el dibujo de las tazas opté por unas florecitas, pero las posibilidades son infinitas: corazones, peces, nubes, incluso un mensaje personalizado... Y las telas, como de costumbre... de La Retalera, no podían ser de otro sitio!